Las aguas termales poseen muchas propiedades terapéuticas, por ello hoy día son un destino turístico elegido por personas que sufren de diferentes problemas de salud. Estas no sólo son útiles para reducir el estrés, sino para tratar algunas afecciones, como por ejemplo el reuma.
Beneficios de las aguas termales para el dolor de huesos y enfermedades reumáticas
Relaja los músculos, reduciendo las contracturas y la rigidez neuro-músculo-osteo-articular.
Tiene un efecto analgésico sobre los músculos y las articulaciones.
Es efectivo para tratar la artrosis de columna, codos, rodillas, manos o cadera. Por otra parte actúa sobre problemas localizados de tendones o nervios. Incluso ayuda a tratar la ciática.
También es beneficioso para las personas que sufren de gota.
Las aguas termales tonifican los músculos y tiene un efecto regenerador.
Asimismo, las aguas termales brindan minerales a los huesos que los fortalece y equilibra el organismo.
Por otra parte, ayuda a la recuperación de enfermedades relacionadas con la neuroparálisis central y periférica.
Las aguas termales son beneficiosas para tratar artritis psoriásica. Además de estas propiedades, las aguas termales fortalecen el sistema inmune, lo cual puede reducir complicaciones que puedan perjudicar aún más las enfermedades reumáticas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el tratamiento hidrotermomineral es un excelente coadyuvante para reducir el dolor, y para tratar enfermedades reumáticas y musculares.
Si estás pensando en tomar unas vacaciones y tienes problemas reumáticos, puedes elegir las aguas termales para descansar, reducir los síntomas, y el dolor propio de estas afecciones.
Recuerda que si sufres de alguna enfermedad reumática y dolor de huesos, es importante que consultes con tu médico sobre el efecto de las aguas termales sobre la salud. Si bien tiene propiedades, también puede presentar algunos efectos adversos, especialmente si sufres de hipertensión arterial o de alguna enfermedad cardíaca.